El emprendimiento femenino ha sido la clave del crecimiento del RETA tras la pandemia con 34.683 nuevas emprendedoras desde octubre de 2019. Por cierto, las actividades lideradas por autónomas generan más empleo. Un informe ofrece las claves del empuje de las mujeres en los negocios.

Un crecimiento de emprendedoras que se puede observar en los datos de afiliación que publica el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y que revelan cómo de octubre de 2019 a octubre de 2021, hubo 34.683 mujeres más dadas de alta en el RETA. Se trata de un número de nuevas emprendedoras que supera en 1.456 afiliadas a los hombres. Pese a ello, aún el número de autónomos sigue siguiendo superior al de autónomas -2.123.152 de hombres, frente a 1.202.663 mujeres- aunque poco a poco ambas cifras se van acercando.

La responsable del Área de la Mujer de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, Candela Carrera, explicó que el 2020 fue un año «horrible» para los trabajadores por cuenta propia. Según dijo la pandemia «incidió de forma especial en las mujeres, rompiendo con la tendencia de los últimos años en las que ellas lideraban el crecimiento del RETA«. Pero pasados los meses más intensos de la emergencia sanitaria -y aún con muchos sectores pendientes por recuperarse- las mujeres parecen haber recuperado su liderazgo, como confirman los datos del Ministerio.

La pandemia motivó a emprender a más mujeres que hombres

Un informe sobre el emprendimiento femenino elaborado por EAE Business School confirma también la vuelta al trabajo por cuenta propia de las mujeres tras la emergencia sanitaria. Según menciona el documento, la brecha de la Tasa de Actividad Emprendedora entre hombres y mujeres se ha ido reduciendo cada año. De hecho, recopila datos de los distintos informes del GEM (Global Entrepreneurship Monitor) y señala que existe una reducción continua en este aspecto desde  2013. Algo que también se vio reflejado durante la emergencia sanitaria, donde más mujeres que hombres se vieron motivadas a emprender y/o continuar su actividad emprendedora a pesar del Covid-19. Esto se debió, entre otras cosas, a que las motivaciones para montar un negocio varían en ambos géneros y para las mujeres existen otros factores, además de la riqueza para emprender. 

Cerca del 55% de ellas coincidieron con que la innovación era un importante motor para la creación de una empresa, mientras que más del 50% encontraba en la motivación en su propia gestión del tiempo y en no tener ‘cadenas corporativas’, las suficientes razones para aventurarse a emprender. Asimismo, el reciente informe elaborado por EAE Business respecto al emprendimiento femenino, explica que en 2020 las mujeres percibieron menos oportunidades en su entorno, «tuvieron más miedo al fracaso y valoraron menos favorablemente la cultura emprendedora de su entorno».

Fuente: autonomosyemprendedor.es

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